Césped eco-responsable, la pradera natural urbana.

La eco-responsabilidad ya no va a ser solo de conciencia, ya que sera impuesta. El césped eco-responsable se convertirá en una pradera natural urbana.

El césped eco-responsable es una tendencia, su imposición es cuestión de tiempo. La sensibilidad social con el cuidado del medio ambiente crece día a día. Habrá que cambiar algunos hábitos y preferencias… Pero el césped eco-responsable, convertido en una pradera urbana ha llegado para quedarse

Césped eco-responsable. Praderas ornamentales urbanas de bajo mantenimiento.

 

El concepto de césped urbano está en proceso de revisión, a fin de adaptarlo a los actuales criterios de sostenibilidad:

 

  • Menor consumo de agua, procedente si es posible de fuentes alternativas.
  • Aplicación moderada de fertilizantes, a poder ser con componente orgánico
  • Rechazo al uso de productos fitosanitarios
  • Utilización de especies tapizantes adaptadas a las condiciones edafo- climáticas de la zona.
  • Menor consumo energético al disminuir la frecuencia de siegas

El césped eco-responsable conlleva una moderación de las expectativas.

 

  • La idea de césped como una superficie impoluta, perfecta y completamente uniforme, es incompatible con los criterios apuntados más arriba, sobre todo si nos movemos en el ámbito de la jardinería pública con césped eco-responsable.
  • Es necesario pensar en una pradera natural en la que las especies sembradas sean un componente fundamental del tapiz, pero que también sirvan de acomodo y propicien la implantación de otras especies silvestres, rastreras, tapizantes y de porte bajo.
  • El césped, como el resto de la vegetación, experimenta las estaciones. No es necesario que tenga una apariencia pulcramente verde a lo largo de todo el año. En pleno verano puede estar algo más agostado y en pleno invierno adquirirá con los fríos de la estación, un aspecto más marchito. Todo ello compatible, como es lógico, con la persistencia de la pradera a largo plazo

Césped eco-responsable menor consumo de agua.

Por ejemplo, en el clima típico del Valle Medio del Ebro, con precipitaciones que rondan los 400 mm anuales, las especies pratenses son cultivos de regadío. El mantenimiento del césped exige indefectiblemente contar con un sistema de riego. Eso no quiere decir que no se pueda y se deba hacer un consumo racional del agua en un césped eco-responsable.

El ahorro viene dado por:

 

1.- Características de la instalación de riego (Césped eco-responsable)

A mayor calidad, automatización y mejor mantenimiento en la instalación de riego, mayor será el ahorro de agua. Estamos hablando de:

  • Estanqueidad en las conducciones
  • Automatización responsable de los horarios y calendarios de riego, permitiendo el riego en los momentos del día con menor evapotranspiración, así como la adaptación del riego al tiempo meteorológico de cada fecha
  • Utilización de programadores inteligentes

2.- Manejo adecuado de las dotaciones y frecuencia de riego en un césped eco-responsable.

 

  • Los riegos excesivamente frecuentes y a dosis bajas, provocan una mayor pérdida de agua por evaporación. Además inducen a la planta a no emitir un sistema radicular potente, si no a que este permanezca en superficie produciendo un césped más endeble y sensible ante cualquier accidente.
  • Los riegos menos frecuentes y con algo mayor caudal, permiten a las raíces de las plantas explorar una mayor profundidad en el perfil del suelo, generando una cabellera radicular más consistente y una mayor capacidad de autodefensa.
  • Aportar en pleno verano los caudales de agua necesarios para garantizar la supervivencia de la pradera a largo plazo, pero admitiendo un cierto grado de marchitez.
  • Elección para la siembra, de las especies y mezclas de semillas, mejor adaptadas a la zona climática y a las características del suelo.

Ver:

3.-  En el césped eco-responsable la aplicación de fertilizantes será moderada y con componente orgánico  

  • El mantenimiento de un césped exige como cualquier otro cultivo, la reposición de los elementos nutritivos del suelo.
  • La aplicación debe ser moderada tanto en cantidad como en composición.
  • Estaríamos hablando de una aplicación de 30 gr/m2 en abril y otra en septiembre.
  • Emplearíamos siempre un abono organomineral 9-4-9 + 15% MO + 10 SO3 + 2%Mgo + Oligoelementos. (FERTICÉSPED)
  • El fertilizante no debe propiciar un crecimiento excesivo de la masa foliar, que implicaría una mayor frecuencia de siegas, algo que queremos evitar. De ahí que se deba emplear un fertilizante con un contenido en nitrógeno siempre inferior al 10%.
  • La aplicación de materia orgánica redunda siempre en una mejora en la estructura del suelo y por lo tanto en la vegetación de las plantas. La fórmula de equilibrio debe adaptarse al consumo de nutrientes de las gramíneas: 2-1-2

Ver: 5 errores graves al abonar el césped

tratamiento_antigerminativo

4.-  El césped eco-responsable, rechazo al tratamiento con productos fitosanitarios.

La Unión Europea está muy beligerante en contra del uso de productos fitosanitarios en las zonas verdes, especialmente transitadas por público vulnerable: niños, ancianos o deportistas.

Las autoridades en esta materia, retiran constantemente fitoquímicos de las listas de productos autorizados.

Su venta incluso al detalle, está reservada a profesionales del sector y otros capaces de acreditar conocimiento sobre su uso al haber recibido los correspondientes cursos de formación.

  • Control de malas hierbas.

 Poa annua

Monocotiledóneas en un césped eco-responsable:

No se pueden controlar mediante herbicidas. Son especies botánicamente muy próximas al césped (gramíneas) y por lo tanto el producto que eliminara las adventicias, eliminaría también el césped.

En céspedes muy profesionales, se suele emplear antigerminativos de forma periódica, pero su uso en el entorno  de la jardinería urbana, no estaría justificado.

diente_leon_margarita

Dicotiledóneas en un césped eco-responsable:

 

Su control es posible mediante tratamientos fitosanitarios, aunque los más eficaces también han sido descatalogados.

También desaconsejaríamos su uso en un césped eco-responsable y explicaremos por qué.

Las monocotiledóneas (Poa annua, Cynodon dactylon etc) son gramíneas y también especies pratenses.

Con el concepto de pradera natural, dichas especies estarían perfectamente integradas en el césped eco-responsable. La pradera perdería uniformidad, pero seguiría formando un tapiz compacto y continuo; agradable a la vista y al tacto.

Césped eco-responsable con Bellis perennis

Las dicotiledóneas más  molestas tienen porte erecto, y se eliminan con la siega prácticamente en su totalidad.

Las dicotiledóneas más rastreras soportan la siega y algunas de ellas,  sobre todo en primavera, aportan color y belleza a la pradera con su floración. ¿A alguien se le ocurriría eliminar de las praderas, Bellis perennis, Taraxacum officinalis, Trifolium repens, Calendula officinalis, ranúnculo, etc?.

Estas especies no sólo hay que respetarlas, si no promoverlas en un césped eco-responsable.

Manteniendo la altura de siega a unos 5 cm. se consigue una pradera equilibrada en la que las especies sembradas se desarrollan con normalidad y las especies espontáneas que se incorporan a la pradera lo hacen de forma ordenada y conviven de forma armónica con las anteriores.

Control de enfermedades fúngicas en un césped eco-responsable.

 

  • Las enfermedades provocadas por hongos patógenos son el primer problema fitosanitario en los céspedes.
  • Cuando más puro y cuanta más calidad ornamental tiene un césped, más sensible es a las enfermedades.
  • Una vez más, el concepto de pradera natural nos va a permitir contar con un césped tupido y agradable.
  • Las especies espontáneas no son víctima de enfermedades de forma tan virulenta a como son atacados los céspedes puros.
  • Por otra parte, una siega alta, de unos  5 cm, proporciona a las plantas una superficie foliar amplia, un sistema radicular profundo y un buen estado sanitario.
  • En vez de utilizar llegado el caso fungicidas de síntesis, es útil la aplicación de forma preventiva de productos minerales como por ejemplo a base de azufre, aceptado incluso en agricultura biológica y césped eco-responsable.

5.- La utilización de especies adaptadas a las condiciones climáticas en los céspedes eco-responsables.

Se han de utilizar especies bien adaptadas a las condiciones agroclimáticas de la zona y en las proporciones adecuadas.

ESPECIES CESPITOSAS:

 

Festuca arundinacea:

Debe de ser la especie de base en el clima de la península. Se trata de un especie que soporta bien tanto las altas temperaturas estivales como los fríos invernales. Es una especie a caballo entre las típicas de clima templado (Festuca rubra, Lolium perenne etc) y las especies de clima cálido (Cynodon dactylon, Pennisetum clandestinum etc)

 

Lolium perenne:

Es la especie con mayor vigor de establecimiento, y que siempre debe participar en las mezclas como estárter o iniciador. En los céspedes deportivos es una especie de base. Admite siega baja y soporta muy bien el pisoteo.

 

Poa pratensis:

Es una especie que se desarrolla a través de rizomas subterráneos por lo que cubre muy bien la base del césped. Sin embargo es una especie proporcionalmente con alto consumo de agua y con un deficiente comportamiento invernal. Por todo ello debe estar presente en las mezclas en una proporción no superior al 5-10% en peso.

Soporta muy bien el pisoteo y el arrancamiento. Su presencia en céspedes deportivos puede ser del 40 – 50%

 

Festuca rubra:

El césped más fino y de mayor calidad ornamental, pero el peor adaptado a nuestros veranos. Especie reservada a céspedes donde prime la necesidad de un césped muy decorativo y un mantenimiento esmerado. En el ámbito público, en mezcla con el ray grass inglés y la Poa pratense, estaría reservado a lugares emblemáticos y representativos dentro de la ciudad.

 

OTRAS ESPECIES

Cynodon dactylon:

Se trata de la popular “grama”. Es una gramínea muy bien adaptada a las condiciones climáticas de las zonas mediterráneas y meridionales, con inviernos suaves. En estas zonas se suele sembrar pura o en mezcla con Festuca arundinacea.

En La Península continental, entra en latencia en el mes de octubre permaneciendo marchita hasta final de abril o principio de mayo, cuando comienza a rebrotar. Es una especie invasora, al multiplicarse por medio de estolones (tallos rastreros). Soporta bien los periodos de aridez, vegetando con aportes de agua de riego inferiores a las especies de clima templado anteriormente descritas.

Poa trivialis:

Al igual que su pariente próxima, la Poa annua, es una especie anual, pero que está permanentemente autosembrándose. En un césped bien cuidado destaca desfavorablemente por su color verde amarillento y su tendencia a espigar prácticamente desde la superficie del suelo. En una pradera natural su presencia es inevitable ya que forma parte de la flora espontánea de toda la Península, transmitiéndose su semilla por medio del aire, del agua de riego, por medios mecánicos etc.

 

MICROCLOVER:

Trébol blanco superenano para césped eco-responsable.

El trébol blanco aparece de forma espontánea en la práctica totalidad de los céspedes públicos. Tiene hábito rastrero al multiplicarse por rizomas, por lo que tiene tendencia invasora. Soporta la siega.

El MICROCLOVER es una variedad de trébol blanco que se caracteriza por, bajo siega, presentar hojas pequeñas y permanecer postrado a ras del suelo, integrándose muy bien en el resto de la pradera. En primavera presenta una floración blanca.

Al ser una leguminosa fija nitrógeno del aire, disminuyendo por lo tanto las necesidades en fertilización de dicho elemento.

Las que hemos denominado ESPECIES CESPITOSAS, son las que se emplean tradicionalmente en la siembra de céspedes. Con un mantenimiento como el que se ha descrito, las OTRAS ESPECIES, se van incorporando formando a la postre lo que hemos llamado una pradera natural.

En algunos casos se quiere potenciar desde el principio el efecto de PRADERA NATURAL, incorporando en la siembra semilla de OTRAS ESPECIES.

El césped eco-responsable es una tendencia, su imposición es cuestión de tiempo. La sensibilidad social con el cuidado del medio ambiente crece día a día. Habrá que cambiar algunos hábitos y preferencias… Pero el césped eco-responsable, convertido en una pradera urbana ha llegado para quedarse

Césped eco-responsable. Praderas ornamentales urbanas de bajo mantenimiento.

 

El concepto de césped urbano está en proceso de revisión, a fin de adaptarlo a los actuales criterios de sostenibilidad:

 

  • Menor consumo de agua, procedente si es posible de fuentes alternativas.
  • Aplicación moderada de fertilizantes, a poder ser con componente orgánico
  • Rechazo al uso de productos fitosanitarios
  • Utilización de especies tapizantes adaptadas a las condiciones edafo- climáticas de la zona.
  • Menor consumo energético al disminuir la frecuencia de siegas

El césped eco-responsable conlleva una moderación de las expectativas.

 

  • La idea de césped como una superficie impoluta, perfecta y completamente uniforme, es incompatible con los criterios apuntados más arriba, sobre todo si nos movemos en el ámbito de la jardinería pública con césped eco-responsable.
  • Es necesario pensar en una pradera natural en la que las especies sembradas sean un componente fundamental del tapiz, pero que también sirvan de acomodo y propicien la implantación de otras especies silvestres, rastreras, tapizantes y de porte bajo.
  • El césped, como el resto de la vegetación, experimenta las estaciones. No es necesario que tenga una apariencia pulcramente verde a lo largo de todo el año. En pleno verano puede estar algo más agostado y en pleno invierno adquirirá con los fríos de la estación, un aspecto más marchito. Todo ello compatible, como es lógico, con la persistencia de la pradera a largo plazo

Césped eco-responsable menor consumo de agua.

Por ejemplo, en el clima típico del Valle Medio del Ebro, con precipitaciones que rondan los 400 mm anuales, las especies pratenses son cultivos de regadío. El mantenimiento del césped exige indefectiblemente contar con un sistema de riego. Eso no quiere decir que no se pueda y se deba hacer un consumo racional del agua en un césped eco-responsable.

El ahorro viene dado por:

 

1.- Características de la instalación de riego (Césped eco-responsable)

A mayor calidad, automatización y mejor mantenimiento en la instalación de riego, mayor será el ahorro de agua. Estamos hablando de:

  • Estanqueidad en las conducciones
  • Automatización responsable de los horarios y calendarios de riego, permitiendo el riego en los momentos del día con menor evapotranspiración, así como la adaptación del riego al tiempo meteorológico de cada fecha
  • Utilización de programadores inteligentes

2.- Manejo adecuado de las dotaciones y frecuencia de riego en un césped eco-responsable.

 

  • Los riegos excesivamente frecuentes y a dosis bajas, provocan una mayor pérdida de agua por evaporación. Además inducen a la planta a no emitir un sistema radicular potente, si no a que este permanezca en superficie produciendo un césped más endeble y sensible ante cualquier accidente.
  • Los riegos menos frecuentes y con algo mayor caudal, permiten a las raíces de las plantas explorar una mayor profundidad en el perfil del suelo, generando una cabellera radicular más consistente y una mayor capacidad de autodefensa.
  • Aportar en pleno verano los caudales de agua necesarios para garantizar la supervivencia de la pradera a largo plazo, pero admitiendo un cierto grado de marchitez.
  • Elección para la siembra, de las especies y mezclas de semillas, mejor adaptadas a la zona climática y a las características del suelo.

Ver:

3.-  En el césped eco-responsable la aplicación de fertilizantes será moderada y con componente orgánico  

  • El mantenimiento de un césped exige como cualquier otro cultivo, la reposición de los elementos nutritivos del suelo.
  • La aplicación debe ser moderada tanto en cantidad como en composición.
  • Estaríamos hablando de una aplicación de 30 gr/m2 en abril y otra en septiembre.
  • Emplearíamos siempre un abono organomineral 9-4-9 + 15% MO + 10 SO3 + 2%Mgo + Oligoelementos. (FERTICÉSPED)
  • El fertilizante no debe propiciar un crecimiento excesivo de la masa foliar, que implicaría una mayor frecuencia de siegas, algo que queremos evitar. De ahí que se deba emplear un fertilizante con un contenido en nitrógeno siempre inferior al 10%.
  • La aplicación de materia orgánica redunda siempre en una mejora en la estructura del suelo y por lo tanto en la vegetación de las plantas. La fórmula de equilibrio debe adaptarse al consumo de nutrientes de las gramíneas: 2-1-2

Ver: 5 errores graves al abonar el césped

tratamiento_antigerminativo

4.-  El césped eco-responsable, rechazo al tratamiento con productos fitosanitarios.

La Unión Europea está muy beligerante en contra del uso de productos fitosanitarios en las zonas verdes, especialmente transitadas por público vulnerable: niños, ancianos o deportistas.

Las autoridades en esta materia, retiran constantemente fitoquímicos de las listas de productos autorizados.

Su venta incluso al detalle, está reservada a profesionales del sector y otros capaces de acreditar conocimiento sobre su uso al haber recibido los correspondientes cursos de formación.

  • Control de malas hierbas.

 Poa annua

Monocotiledóneas en un césped eco-responsable:

No se pueden controlar mediante herbicidas. Son especies botánicamente muy próximas al césped (gramíneas) y por lo tanto el producto que eliminara las adventicias, eliminaría también el césped.

En céspedes muy profesionales, se suele emplear antigerminativos de forma periódica, pero su uso en el entorno  de la jardinería urbana, no estaría justificado.

diente_leon_margarita

Dicotiledóneas en un césped eco-responsable:

 

Su control es posible mediante tratamientos fitosanitarios, aunque los más eficaces también han sido descatalogados.

También desaconsejaríamos su uso en un césped eco-responsable y explicaremos por qué.

Las monocotiledóneas (Poa annua, Cynodon dactylon etc) son gramíneas y también especies pratenses.

Con el concepto de pradera natural, dichas especies estarían perfectamente integradas en el césped eco-responsable. La pradera perdería uniformidad, pero seguiría formando un tapiz compacto y continuo; agradable a la vista y al tacto.

Césped eco-responsable con Bellis perennis

Las dicotiledóneas más  molestas tienen porte erecto, y se eliminan con la siega prácticamente en su totalidad.

Las dicotiledóneas más rastreras soportan la siega y algunas de ellas,  sobre todo en primavera, aportan color y belleza a la pradera con su floración. ¿A alguien se le ocurriría eliminar de las praderas, Bellis perennis, Taraxacum officinalis, Trifolium repens, Calendula officinalis, ranúnculo, etc?.

Estas especies no sólo hay que respetarlas, si no promoverlas en un césped eco-responsable.

Manteniendo la altura de siega a unos 5 cm. se consigue una pradera equilibrada en la que las especies sembradas se desarrollan con normalidad y las especies espontáneas que se incorporan a la pradera lo hacen de forma ordenada y conviven de forma armónica con las anteriores.

Control de enfermedades fúngicas en un césped eco-responsable.

 

  • Las enfermedades provocadas por hongos patógenos son el primer problema fitosanitario en los céspedes.
  • Cuando más puro y cuanta más calidad ornamental tiene un césped, más sensible es a las enfermedades.
  • Una vez más, el concepto de pradera natural nos va a permitir contar con un césped tupido y agradable.
  • Las especies espontáneas no son víctima de enfermedades de forma tan virulenta a como son atacados los céspedes puros.
  • Por otra parte, una siega alta, de unos  5 cm, proporciona a las plantas una superficie foliar amplia, un sistema radicular profundo y un buen estado sanitario.
  • En vez de utilizar llegado el caso fungicidas de síntesis, es útil la aplicación de forma preventiva de productos minerales como por ejemplo a base de azufre, aceptado incluso en agricultura biológica y césped eco-responsable.

5.- La utilización de especies adaptadas a las condiciones climáticas en los céspedes eco-responsables.

Se han de utilizar especies bien adaptadas a las condiciones agroclimáticas de la zona y en las proporciones adecuadas.

ESPECIES CESPITOSAS:

 

Festuca arundinacea:

Debe de ser la especie de base en el clima de la península. Se trata de un especie que soporta bien tanto las altas temperaturas estivales como los fríos invernales. Es una especie a caballo entre las típicas de clima templado (Festuca rubra, Lolium perenne etc) y las especies de clima cálido (Cynodon dactylon, Pennisetum clandestinum etc)

 

Lolium perenne:

Es la especie con mayor vigor de establecimiento, y que siempre debe participar en las mezclas como estárter o iniciador. En los céspedes deportivos es una especie de base. Admite siega baja y soporta muy bien el pisoteo.

 

Poa pratensis:

Es una especie que se desarrolla a través de rizomas subterráneos por lo que cubre muy bien la base del césped. Sin embargo es una especie proporcionalmente con alto consumo de agua y con un deficiente comportamiento invernal. Por todo ello debe estar presente en las mezclas en una proporción no superior al 5-10% en peso.

Soporta muy bien el pisoteo y el arrancamiento. Su presencia en céspedes deportivos puede ser del 40 – 50%

 

Festuca rubra:

El césped más fino y de mayor calidad ornamental, pero el peor adaptado a nuestros veranos. Especie reservada a céspedes donde prime la necesidad de un césped muy decorativo y un mantenimiento esmerado. En el ámbito público, en mezcla con el ray grass inglés y la Poa pratense, estaría reservado a lugares emblemáticos y representativos dentro de la ciudad.

 

OTRAS ESPECIES

Cynodon dactylon:

Se trata de la popular “grama”. Es una gramínea muy bien adaptada a las condiciones climáticas de las zonas mediterráneas y meridionales, con inviernos suaves. En estas zonas se suele sembrar pura o en mezcla con Festuca arundinacea.

En La Península continental, entra en latencia en el mes de octubre permaneciendo marchita hasta final de abril o principio de mayo, cuando comienza a rebrotar. Es una especie invasora, al multiplicarse por medio de estolones (tallos rastreros). Soporta bien los periodos de aridez, vegetando con aportes de agua de riego inferiores a las especies de clima templado anteriormente descritas.

Poa trivialis:

Al igual que su pariente próxima, la Poa annua, es una especie anual, pero que está permanentemente autosembrándose. En un césped bien cuidado destaca desfavorablemente por su color verde amarillento y su tendencia a espigar prácticamente desde la superficie del suelo. En una pradera natural su presencia es inevitable ya que forma parte de la flora espontánea de toda la Península, transmitiéndose su semilla por medio del aire, del agua de riego, por medios mecánicos etc.

 

MICROCLOVER:

Trébol blanco superenano para césped eco-responsable.

El trébol blanco aparece de forma espontánea en la práctica totalidad de los céspedes públicos. Tiene hábito rastrero al multiplicarse por rizomas, por lo que tiene tendencia invasora. Soporta la siega.

El MICROCLOVER es una variedad de trébol blanco que se caracteriza por, bajo siega, presentar hojas pequeñas y permanecer postrado a ras del suelo, integrándose muy bien en el resto de la pradera. En primavera presenta una floración blanca.

Al ser una leguminosa fija nitrógeno del aire, disminuyendo por lo tanto las necesidades en fertilización de dicho elemento.

Las que hemos denominado ESPECIES CESPITOSAS, son las que se emplean tradicionalmente en la siembra de céspedes. Con un mantenimiento como el que se ha descrito, las OTRAS ESPECIES, se van incorporando formando a la postre lo que hemos llamado una pradera natural.

En algunos casos se quiere potenciar desde el principio el efecto de PRADERA NATURAL, incorporando en la siembra semilla de OTRAS ESPECIES.

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