El suelo para el césped. Preparación de la tierra.

La preparación del suelo para el césped, indiferentemente si es sembrado o plantado con tepes, es una labor fundamental, que rige el destino de la calidad y el mantenimiento del futuro césped

Una vez que conocemos el tipo de suelo para el césped que disponemos, (Ver Tipos de suelos para césped) podemos empezar los trabajos para la preparación del lecho de siembra o plantación ( la preparación es prácticamente la misma para la siembra de césped, que para la plantación de tepes).

La preparación del suelo para el césped que abordamos en este articulo se remite a suelos naturales como base (jardines y parques), no para la preparación de suelos rellenos, para céspedes de alto rendimiento (céspedes deportivos, greens de golf, etc.)

LA MEJORA DEL SUSTRATO PARA LA SIEMBRA DE CÉSPEDES.

Al abordar un trabajo de jardinería, lo ideal sería disponer de un análisis edafológico completo, que contemplara todos los parámetros expuestos en la parte 1.

Sin embargo esto no es lo habitual, ni estaría justificado para la dimensión que suelen tener las obras de jardinería.

Nos veremos obligados en la mayoría de los casos, a actuar de una forma más intuitiva, pero que puede ser también correcta.

El primer paso consiste en evaluar la calidad agronómica del suelo para el césped:

  • Tendencia a la compactación.
  • Capacidad de filtración del agua (tendencia al encharcamiento)
  • Presencia de señales extrañas en superficie: por ejemplo eflorescencias salinas etc.
  • Origen de la tierra de cultivo (si es de aportación)
  1. Tierra agrícola de calidad: con buena estructura pero posible portadora de semillas de malas hierbas.
  2. Tierra procedente de excavaciones en zonas profundas (estériles, sin aireación y sin estructura)
  3. Suelo agrícola de mala calidad general
 
 
  1. SUELO AGRÍCOLA DE CALIDAD SUFICIENTE.(El suelo para el césped)

Si el suelo para el césped tiene una calidad agronómica suficiente (bien estructurado, sin problemas de salinidad y sin tendencia a la compactación excesiva o al encharcamiento), no será necesario aplicar ningún tipo de enmienda, y las labores preparatorias se limitarán a depurar el terreno de la posible presencia de semillas de malas hierbas, hacer un abonado de fondo y preparar el lecho de siembra.

  • Una vez nacidas las plántulas de malas hierbas, hacer un tratamiento con Glifosato 36% a una dosis de 10 l/Ha.
  • Al cabo de unos 15 días de la aplicación, las malas hierbas que hubieran nacido estarán ya marchitas por el efecto del herbicida. Hacer un pase de rotavator para enterrar y desmenuzar los restos de vegetación.
  • Repetir esta operación, hasta que la nascencia de malas hierbas sea prácticamente nula.

En ocasiones, la premura en las tareas ejecución de la obra, o no querer utilizar pesticidasno permite llevar a cabo la depuración del terreno tal y como se ha descrito.

En estos casos, no quedará más remedio que abordar las tareas preparatorias de la siembra sin aplicación previa de herbicida, y combatir las malas hierbas en postemergencia.

  • Pase de rotavator o apero similar. Debe hacerse con buen tempero (el terreno no debe estar ni demasiado húmedo ni completamente seco). Se buscará una dar al lecho de siembra una estructura granular (ni pulverulenta ni aterronada).

Esta labor se dará a un máximo de 20 cms de profundidad, máximo explorado normalmente por las especies cespitosas habituales.

  • En obras de grandes dimensiones, y cuando sea de prever la presencia de una capa impermeable en profundidad, es recomendable dar un pase de subsolador a toda la superficie. En las obras habituales de jardinería, esta tarea no suele ser factible, a pesar de que pudiera ser recomendable.

  • Abonado de fondo.

Hacer una aplicación en superficie de 70 – 100 gr/m2 de FERTICÉSPED (9-4-9 + 15% MO).Incorporando de esta forma materia orgánica en el perfil radicular.

Incorporar el abono a los 10 – 15 cm. más superficiales, con una pase de rotavator cruzado con el anterior.

  • Perfilado y compactado del terreno: preparación del lecho de siembra.

Un suelo correctamente preparado para la siembra debe tener una estructura granulosa en el primer centímetro de terreno, pero tiene que estar bien asentado a nivel subsuperficial.

De forma práctica, nos cercioraremos de que es posible andar sobre el terreno, dejando únicamente la huella del calzado. Esto se consigue mediante un pase de rulo (o dos pases cruzados según el tipo de suelo). El rulo tendrá al menos 1 Kg de peso por cada cm. de generatriz (anchura de apero).

La superficie del terreno se debe de perfilar buscando siempre las formas convexas, de manera que las aguas superficiales tiendan siempre a evacuar hacia el exterior de la pradera. Hay que evitar por todos los medios la formación de concavidades, en las que pueda llegar a acumularse el agua.

 
  1. SUELO PARA EL CÉSPED DE BAJA CALIDAD AGRÍCOLA

    (El suelo para el césped)

En aquellos suelos para el césped que hemos definido como de baja calidad agrícola, tendremos que actuar de la siguiente manera:

  • Incorporar a los 20 cms. más superficiales del perfil del suelo, una enmienda de arena (de río lavada) o de una mezcla arena (50%) + sustrato de buena calidad (50%).

La enmienda tiene como finalidad mejorar las características físicas del terreno, en lo que se refiere a su permeabilidad y estructura.

Generalmente la  enmienda de arena pura es suficiente. En suelo para el césped especialmente mal estructurado puede ser conveniente aplicar una enmienda 50% arena + 50% sustrato orgánico.

La enmienda nunca se debe extender en superficie formando una capa uniforme. Se debe de incorporar mediante un pase de rotovator a los primeros 20 cms del perfil. Nuestro propósito es mejorar el terreno de asiento.

Dosis: 10 – 20 litros de material/m2.

Una vez incorporada la enmienda, se actúa conforme se ha descrito anteriormente, y que resumimos a continuación:

  • Tratamiento con Glifosato 36%
  • Pase de rotavator para enterrar y desmenuzar los restos de vegetación.
  • Repetir esta operación 2-3 veces
  • Pase de rotavator o apero similar.
  • Abonado de fondo.

70 – 100 grs/m2 de FERTICÉSPED (9-4-9 + 15% MO)

Incorporar el abono a los 10 – 15 cm. más superficiales, con una pase de rotavator cruzado con el anterior.

  • Perfilado y compactado del terreno: preparación del lecho de siembra.

 

Es de vital importancia la elección correcta de la mezcla de semillas, sobre todo si vamos a sembrar sobre suelos deficientes o dudosos.

En Zulueta Corporación hemos desarrollado mezclas de semillas que se adaptan a todo tipo de suelos, incluso los más deficientes.

Recomendamos:

  • Mezcla Sahara:
    • Clima mediterráneo.
    • Todo tipo de suelos, incluso los suelos con problemas de salinidad.
    • Textura media
    • Verde todo el año
 
 

VER: Tipos de suelo en el césped. Cuales son apropiados

Zulueta Corporación especialistas en césped

Una vez que conocemos el tipo de suelo para el césped que disponemos, (Ver Tipos de suelos para césped) podemos empezar los trabajos para la preparación del lecho de siembra o plantación ( la preparación es prácticamente la misma para la siembra de césped, que para la plantación de tepes).

La preparación del suelo para el césped que abordamos en este articulo se remite a suelos naturales como base (jardines y parques), no para la preparación de suelos rellenos, para céspedes de alto rendimiento (céspedes deportivos, greens de golf, etc.)

LA MEJORA DEL SUSTRATO PARA LA SIEMBRA DE CÉSPEDES.

Al abordar un trabajo de jardinería, lo ideal sería disponer de un análisis edafológico completo, que contemplara todos los parámetros expuestos en la parte 1.

Sin embargo esto no es lo habitual, ni estaría justificado para la dimensión que suelen tener las obras de jardinería.

Nos veremos obligados en la mayoría de los casos, a actuar de una forma más intuitiva, pero que puede ser también correcta.

El primer paso consiste en evaluar la calidad agronómica del suelo para el césped:

  • Tendencia a la compactación.
  • Capacidad de filtración del agua (tendencia al encharcamiento)
  • Presencia de señales extrañas en superficie: por ejemplo eflorescencias salinas etc.
  • Origen de la tierra de cultivo (si es de aportación)
  1. Tierra agrícola de calidad: con buena estructura pero posible portadora de semillas de malas hierbas.
  2. Tierra procedente de excavaciones en zonas profundas (estériles, sin aireación y sin estructura)
  3. Suelo agrícola de mala calidad general
 
 
  1. SUELO AGRÍCOLA DE CALIDAD SUFICIENTE.(El suelo para el césped)

Si el suelo para el césped tiene una calidad agronómica suficiente (bien estructurado, sin problemas de salinidad y sin tendencia a la compactación excesiva o al encharcamiento), no será necesario aplicar ningún tipo de enmienda, y las labores preparatorias se limitarán a depurar el terreno de la posible presencia de semillas de malas hierbas, hacer un abonado de fondo y preparar el lecho de siembra.

  • Una vez nacidas las plántulas de malas hierbas, hacer un tratamiento con Glifosato 36% a una dosis de 10 l/Ha.
  • Al cabo de unos 15 días de la aplicación, las malas hierbas que hubieran nacido estarán ya marchitas por el efecto del herbicida. Hacer un pase de rotavator para enterrar y desmenuzar los restos de vegetación.
  • Repetir esta operación, hasta que la nascencia de malas hierbas sea prácticamente nula.

En ocasiones, la premura en las tareas ejecución de la obra, o no querer utilizar pesticidasno permite llevar a cabo la depuración del terreno tal y como se ha descrito.

En estos casos, no quedará más remedio que abordar las tareas preparatorias de la siembra sin aplicación previa de herbicida, y combatir las malas hierbas en postemergencia.

  • Pase de rotavator o apero similar. Debe hacerse con buen tempero (el terreno no debe estar ni demasiado húmedo ni completamente seco). Se buscará una dar al lecho de siembra una estructura granular (ni pulverulenta ni aterronada).

Esta labor se dará a un máximo de 20 cms de profundidad, máximo explorado normalmente por las especies cespitosas habituales.

  • En obras de grandes dimensiones, y cuando sea de prever la presencia de una capa impermeable en profundidad, es recomendable dar un pase de subsolador a toda la superficie. En las obras habituales de jardinería, esta tarea no suele ser factible, a pesar de que pudiera ser recomendable.

  • Abonado de fondo.

Hacer una aplicación en superficie de 70 – 100 gr/m2 de FERTICÉSPED (9-4-9 + 15% MO).Incorporando de esta forma materia orgánica en el perfil radicular.

Incorporar el abono a los 10 – 15 cm. más superficiales, con una pase de rotavator cruzado con el anterior.

  • Perfilado y compactado del terreno: preparación del lecho de siembra.

Un suelo correctamente preparado para la siembra debe tener una estructura granulosa en el primer centímetro de terreno, pero tiene que estar bien asentado a nivel subsuperficial.

De forma práctica, nos cercioraremos de que es posible andar sobre el terreno, dejando únicamente la huella del calzado. Esto se consigue mediante un pase de rulo (o dos pases cruzados según el tipo de suelo). El rulo tendrá al menos 1 Kg de peso por cada cm. de generatriz (anchura de apero).

La superficie del terreno se debe de perfilar buscando siempre las formas convexas, de manera que las aguas superficiales tiendan siempre a evacuar hacia el exterior de la pradera. Hay que evitar por todos los medios la formación de concavidades, en las que pueda llegar a acumularse el agua.

 
  1. SUELO PARA EL CÉSPED DE BAJA CALIDAD AGRÍCOLA

    (El suelo para el césped)

En aquellos suelos para el césped que hemos definido como de baja calidad agrícola, tendremos que actuar de la siguiente manera:

  • Incorporar a los 20 cms. más superficiales del perfil del suelo, una enmienda de arena (de río lavada) o de una mezcla arena (50%) + sustrato de buena calidad (50%).

La enmienda tiene como finalidad mejorar las características físicas del terreno, en lo que se refiere a su permeabilidad y estructura.

Generalmente la  enmienda de arena pura es suficiente. En suelo para el césped especialmente mal estructurado puede ser conveniente aplicar una enmienda 50% arena + 50% sustrato orgánico.

La enmienda nunca se debe extender en superficie formando una capa uniforme. Se debe de incorporar mediante un pase de rotovator a los primeros 20 cms del perfil. Nuestro propósito es mejorar el terreno de asiento.

Dosis: 10 – 20 litros de material/m2.

Una vez incorporada la enmienda, se actúa conforme se ha descrito anteriormente, y que resumimos a continuación:

  • Tratamiento con Glifosato 36%
  • Pase de rotavator para enterrar y desmenuzar los restos de vegetación.
  • Repetir esta operación 2-3 veces
  • Pase de rotavator o apero similar.
  • Abonado de fondo.

70 – 100 grs/m2 de FERTICÉSPED (9-4-9 + 15% MO)

Incorporar el abono a los 10 – 15 cm. más superficiales, con una pase de rotavator cruzado con el anterior.

  • Perfilado y compactado del terreno: preparación del lecho de siembra.

 

Es de vital importancia la elección correcta de la mezcla de semillas, sobre todo si vamos a sembrar sobre suelos deficientes o dudosos.

En Zulueta Corporación hemos desarrollado mezclas de semillas que se adaptan a todo tipo de suelos, incluso los más deficientes.

Recomendamos:

  • Mezcla Sahara:
    • Clima mediterráneo.
    • Todo tipo de suelos, incluso los suelos con problemas de salinidad.
    • Textura media
    • Verde todo el año
 
 

VER: Tipos de suelo en el césped. Cuales son apropiados

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